Un tercio de las mujeres tendrán un aborto espontáneo en sus vidas. Mi querida mujer tuvo tres. Si usted es Católico, su iglesia pide que usted crea que todos esos chicos están apartados eternamente de las alegrías del cielo. Esta es la realidad, y debe aceptarla si usted ha de seguir siendo un miembro fiel de la religión Católica.
Nota del editor: Al Blazec es un ejecutivo exitoso, un esposo fiel y padre de siete chicos. Tiene una Maestría (un Master) y escribe artículos desde una perspectiva Cristiana tradicional. Fue miembro de la Iglesia Católica de Roma durante más de 40 años y durante décadas ha estudiado con esmero las enseñanzas oficiales del Catolicismo. Como resultado de sus estudios él y su familia dejaron el Catolicismo y fueron recibidos en la Iglesia Ortodoxa.
Según la Iglesia Católica de Roma la gran mayoría de la gente que ha existido está ahora en el Hades -incluso muchos niños. Esta no es materia opinable. El catolicismo enseña esto de manera clara, directa y dogmática. En otras palabras: es la enseñanza oficial de la Iglesia. Si ustedes no aceptan esta enseñanza no son católicos fieles.
Muchos católicos rechazan esta idea. Esto es o porque ignoran lo que enseña su Iglesia o porque no son fieles Católicos. Puede ser que concurran regularmente a los servicios de la Iglesia pero se niegan a creer en las cosas que con precisión enseña su propia iglesia.
Una persona no puede ser verdaderamente Católica si sostiene creencias que contradicen el dogma Católico establecido. Por ejemplo, si una persona acepta el aborto — un mal condenado por la Iglesia Católica — esa persona es un hereje que debe arrepentirse. Si un católico es pro aborto esa persona meramente simula ser católica.
Sin duda, si un católico rechaza cualquiera de las enseñanzas oficiales de la Iglesia Católica, esa persona solamente simula ser católica.
¿Cuáles son las enseñanzas oficiales?
No todos los libros católicos presentan el Catolicismo acertadamente. Algunos sí, otros no. Por eso es que a menudo es posible encontrar dos libros escritos por autores católicos que sostienen puntos de vista opuestos. El mero hecho de ir a la iglesia no hace que un autor sea infalible.
Hasta el mismo “Catecismo de la Iglesia Católica” tiene varios errores y ha sido objeto de cambios y revisiones. Pretende ser una guía útil para los Católicos pero no obliga como dogma. Un Católico fiel no está obligado a aceptar cada palabra del catecismo. Tiene autoridad toda vez que comunica correctamente la enseñanza oficial de la Iglesia, pero cada vez que se aleja de la enseñanza oficial no es seguro.
La Iglesia Católica de Roma dice que las enseñanzas de los Concilios Ecuménicos son absolutamente obligatorias para todos los Católicos. De la misma manera están obligados a creer en todas las declaraciones “ex cathedra” de los Papas. De acuerdo a la enseñanza de la Iglesia de Roma ha habido 21 Concilios Ecuménicos.
De acuerdo con el Catolicismo Romano no es posible que un Concilio Ecuménico tenga errores ni tampoco puede se errada una declaración “ex cathedra” de un papa. Por lo tanto, tales enseñanzas constituyen la enseñanza oficial de la Iglesia Católica de Roma.
¿Cuáles son las Consecuencias de Rechazar las Enseñanzas Oficiales de la Iglesia?
De acuerdo a los Católicos Romanos la persona que rechaza las enseñanzas de un Concilio Ecuménico o si rechaza las declaraciones ex cathedra de un Papa comete un pecado mortal. La Iglesia Católica establece que un solo pecado mortal enviará directamente a una persona al infierno, a menos que esa persona confiese su pecado y se arrepienta.
De tal manera que los riesgos son muy altos. La Iglesia de Roma requiere que todos los Católicos crean en sus enseñanzas oficiales bajo pena de castigo eterno.
¿Cuáles son las Enseñanzas Oficiales del Catolicismo Sobre la Salvación?
La pregunta más pragmática que una persona puede hacer es “¿Cómo puedo salvarme?” o “¿Quién se salva y quién no?” Literalmente, para una persona, el Cielo y el Infierno penden de un hilo de acuerdo a su respuesta a esta pregunta.
El Catolicismo contesta esta pregunta muy claramente:
“Hay sólo una Iglesia universal de los fieles, fuera de la cuál nadie se salva.”
— Papa Inocencio III, Cuarto Concilio de Letrán (120 Concilio Ecuménico)
“Sin duda, sólo hay una Iglesia universal de los fieles, fuera de la cuál nadie se salva.”
— Concilio de Florencia (170 Concilio Ecuménico)
¿Es posible que una persona se salve si no es miembro formal de la Iglesia Católica de Roma? ¿O existe cierta flexibilidad ante circunstancias especiales? ¿Cuál es la respuesta oficial de Roma a esta pregunta?
Por ejemplo, consideremos los siguientes casos. (CONTROLAR)
- Un Protestante bautizado que muere.
- Un niño que muere a causa de un aborto
- Un niño que muere por un aborto espontáneo
- Un niño que muere sin haber sido bautizado antes de la edad de la razón.
- Las personas pertenecientes a las religiones no cristianas y no bautizadas (Islámicos, Hinduistas, Budistas, Shintoistas, etc.)
¿Es posible que alguna de estas personas se salve?
El Catolicismo tiene una respuesta definida para todos los casos citados más arriba. Y la respuesta es que todas estas almas humanas claramente, definitivamente, dogmáticamente están en el infierno.
Acerca del “Bautismo de Deseo”
El “bautismo de deseo” y el “bautismo de sangre” son categorías extraordinarias que no son aplicables a estos casos particulares. De acuerdo con la enseñanza del Catolicismo Romano estos tipos especiales de bautismo sólo están disponibles para las personas que conscientemente desean ser miembros de la Iglesia Católica.
Si usted desea llegar a ser Católico Romano pero es martirizado antes de recibir el bautismo con agua entonces puede recibir el “bautismo de deseo” o el “bautismo de sangre”. Pero los protestantes y paganos no quieren ser miembros de la Iglesia Católica de Roma y los niños no nacidos no pueden desearlo conscientemente. Por lo tanto no están en condiciones de recibirlo.
Los Niños no Bautizados están Condenados al Infierno
La Iglesia Católica de Roma enseña que todo ser humano — incluso los muertos en el vientre de la madre — heredan el “pecado original” de Adán, nuestro primer padre. Y de acuerdo con la enseñanza católica oficial este pecado original es suficiente para enviar a una persona al infierno para siempre.
“Las almas de aquellos que mueren en pecado mortal o sólo en pecado original, cualquiera (de ellas), inmediatamente descienden al infierno para ser castigados con diferentes castigos.”
— Segundo Concilio de Lyon (14o Concilio Ecuménico)
“(La Iglesia Católica de Roma) enseña…que las almas…de aquellos que mueren en pecado mortal o sólo en pecado original, descienden inmediatamente al infierno; para ser castigados con diferentes castigos y en diferentes lugares.”
— Papa Juan XXII
“Las almas de aquellos que mueren en pecado mortal propiamente dicho o sólo en pecado original, descienden inmediatamente al infierno pero para ser sometidos a castigos de una forma diferente.”
— Concilio de Florencia (17o Concilio Ecuménico)
La frase clave aquí es “sólo en pecado original”. Esto significa claramente que todos aquellos niños que mueren sin ser bautizados -incluso por aborto provocado o espontáneo- van al infierno. De acuerdo al sistema del Catolicismo Romano, dogmáticamente se requiere creer que todo individuo no bautizado va al infierno.
Un tercio de las mujeres sufren un aborto espontáneo en su vida. Mi querida mujer sufrió tres abortos. De acuerdo a la enseñanza de la Iglesia de Roma, estos tres niños queridos están en el infierno por la eternidad.
Si usted es Católico y su mujer ha abortado, la Iglesia Católica de Roma exige que usted crea que sus niños están eternamente en el infierno.
Esta es la realidad y debe y aceptarla y afirmarla si quiere seguir siendo un miembro fiel a la religión Católica.
A lo largo de los tiempos muchos teólogos católicos importantes han respaldado el concepto de que los niños sufren en el infierno. Pero hacia fines del S XVIII Roma suavizó un poco esta enseñanza. En 1794 el Papa Pio VI estableció definitivamente que los niños no bautizados están excluidos del tormento físico. Dijo que estos niños están sin duda en el infierno pero que allí no son torturados.
“La doctrina (Jansenista) que rechaza como una fábula pelagiana este lugar de las regiones inferiores (que los fieles generalmente designan con el nombre de “Limbo de los Niños) en el que las almas de los que partieron sólo con el pecado original son castigados con el castigo de los condenados, excluyendo el fuego…(El rechazo Jansenista es) falso, temerario, e injurioso para las escuelas Católicas.”
— Papa Pio VI
Esta afirmación fue hecha para condenar a los Jansenistas, un grupo que sostenía que los niños sufrían los dolores físicos del fuego del infierno y condenaban como herético a cualquiera que creyera otra cosa.
El Papa Pío VI restablece firmemente la enseñanza tradicional del Catolicismo — los niños no bautizados sin duda están en el infierno — pero condena el concepto de que allí sufren físicamente. Sin duda son “castigados con el castigo de los condenados¨, pero su castigo “excluye el fuego” y por lo tanto no experimentan conscientemente el tormento físico.
Pero si los niños no bautizados no son atormentados fisicamente con los fuegos del infierno, entonces ¿por qué de todas maneras están en el infierno? ¿Qué castigo reciben allí?
Su castigo terrible simplemente es que no se les permite estar en presencia de Dios y de los Santos. Se les niega la entrada al cielo. y de acuerdo a Tomás de Aquino (y otros santos católicos importantes) este es el peor castigo de todos, mucho peor que cualquier tormento físico o por el fuego.
Al explicar esta terrible enseñanza el Papa Pío VI reafirma las enseñanzas de los Concilios Católicos Ecuménicos de Florencia y Lyon citados anteriormente.
Ahora bien, los adultos que no son formalmente católicos: ¿tienen alguna esperanza de salvarse?
Los adultos no católicos están condenados al infierno
Cuando los papas Católicos Romanos quieren hacer un pronunciamiento ex cathedra, es decir absolutamente infalible, que es exigido y que compromete a todos los católicos, usan la fórmula standard del Catolicismo, y utilizan palabras tales como “declaro, digo, defino, pronuncio” para asegurarse que no haya lugar para apartarse de lo que sigue. Cuando un papa de Roma habla de esta manera no hay salida para los miembros de la Iglesia Católica. Se les pide que acepten lo que él dice.
Por ejemplo:
“Declaramos, decimos, definimos y pronunciamos que es absolutamente necesario para la salvación de toda criatura humana ser súbdito del Romano Pontífice.”
— Papa Bonifacio VIII, Unam Sanctam
En esta encíclica Unam Sanctam el Papa Bonifacio hace un pronunciamiento oficial ex cathedra: que a menos que uno sea súbdito del Papa “absolutamente” no puede salvarse.
Este hombre era el Papa establecido cuando publicó esta encíclica. O el Papa Bonifacio VIII era y es un hereje y si no lo es, Catolicismo Romano dogmáticamente enseña esto.
De acuerdo con la enseñanza oficial del Catolicismo Romano hay mil millones de adultos vivos -además de los niños que mueren sin ser bautizados- que se están yendo al infierno, sin ninguna posibilidad de salvación.
De acuerdo con la declaración de Unam Sanctam la siguiente afirmación confirma que todos los no católicos van al infierno:
“La Santísima Iglesia de Roma cree firmemente, profesa y predica que ninguno de aquellos que viven fuera de la Iglesia Católica, no sólo los paganos, sino también los judíos, los heréticos y los cismáticos puede participar de la vida eterna; si no que irán al fuego eterno que les fue preparado por el diablo y sus ángeles, a menos que antes de morir se unan con Ella (la Iglesia Católica) y tan importante es la unidad de este cuerpo eclesiástico que solamente los que permanezcan en esta unidad pueden beneficiarse de los sacramentos de la Iglesia para la salvación, y sólo ellos pueden recibir la recompensa eterna por sus ayunos, sus limosnas, sus otras obras de la piedad Cristiana y los deberes de un soldado Cristiano. Ninguno, aunque sus limosnas sean tan grandes como puedan, ninguno, aunque derrame su sangre en el Nombre de Cristo, puede salvarse, salvo que permanezca dentro del seno y la unidad de la Iglesia Católica.”
— Papa Eugenio IV, Cantate Domino.
El Papa Eugenio establece esto como una declaración oficial ex-cathedra estableciendo definitivamente que “cree, profesa y predica” estas enseñanzas. Ninguno, sin importar sus obras virtuosas y su caridad, puede salvarse si no es miembro formal de la Iglesia Católica de Roma. Una persona no católica, aunque sea un mártir y “derrame su sangre en el Nombre de Cristo”, no puede salvarse.
Esta misma enseñanza del Catolicismo se repite en uno de sus Concilios Ecuménicos:
“En lo que respecta a lo necesario para la salvación, todos los fieles de Cristo deben ser súbditos del Pontífice Romano, tal como lo enseñan la Sagrada Escritura, el testimonio de los santos padres y por nuestro antecesor de feliz memoria, Bonifacio VIII, con la que comienza Unam Sanctam.”
— Papa León X, Quinto Concilio de Letrán. (18o Concilio Ecuménico)
También en el Concilio de Trento (19o Concilio Ecuménico) explícitamente niega que pueda haber salvación para toda persona que muera fuera de la Iglesia Católica. A los católicos se les prohibe hasta tener la esperanza de que esta gente pueda recibir misericordia.
A todos los católicos se les exige que crean en las declaraciones oficiales de todos los Concilios Ecuménicos, incluyendo los citados. Si usted no es católico usted se está yendo al infierno.
Desgraciadamente la Iglesia Católica de Roma ha caído en un error grave y no ha guardado las enseñanzas de Cristo y sus apóstoles.
La Iglesia Ortodoxa Ofrece Esperanza.
Las enseñanzas tradicionales de la Iglesia apostólica son buenas y la Iglesia Ortodoxa ha preservado fielmente estas enseñanzas durante 2000 años. Afortunadamente, el rigor en la fe no elimina la posibilidad de la gracia para aquellos que están fuera de las fronteras de la Iglesia.
Cuando muere un chico no nacido no se le niega la entrada al cielo. Los Cristianos Ortodoxos rezan para que ellos reciban la vida eterna.
Aún los adultos que mueren fuera la Iglesia Ortodoxa no están totalmente privados de esperanza. Los Cristianos Ortodoxos piden la Intercesión de San Varus, pidiéndole a Dios que tenga misericordia de los seres queridos que mueren fuera de la Iglesia.
Yo mismo fui Católico durante 40 años. La mayoría de los miembros de mi familia todavía son Católicos. El alejamiento fue difícil. Pero en la verdadera Iglesia -la Iglesia que fue fundada por Cristo y los apóstoles- la Iglesia Ortodoxa, hay gracia, luz y paz.
Cuando me convertí a la Ortodoxia elegí como nombre en mi bautismo “Varus¨. Esto me ayuda a acordarme siempre de los que están fuera de la Iglesia. Seriamente los invito a que investiguen sobre la Iglesia Ortodoxa y a que aprendan más sobre sus enseñanzas. Por favor siéntanse libres de hacerme llegar cualquier pregunta.
Traductor: Juan Boló
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